Tengo una
amiga que cada vez que me ve me hace la misma pregunta. No le importa si tengo pareja, si tengo
trabajo, si tengo comida. Su pregunta es…. ¿Qué voy a hacer el día final del mundo según el calendario Maya? Yo me pregunto ¿Porqué no será otro como el azteca, el inca o el romano?.
La situación se ha puesto tan intensa que ahora me
invita a ver unas películas de Discovery
Channel ( "Planeta Feroz", "Las Peores
Catástrofes de la Historia"), de NATGEO
("Segundos Catastróficos"), de HISTORY
CHANNEL ("El Efecto Nostradamus", "El Armagedon de Da Vinci
" y la serie “La Tierra sin Humanos”). En todas, de una u otra
manera, se apaga el sol cual bombillo chino ahorrador de energía y todos nos
ponemos azules tipo Avatar. Pues sepan de antemano que a mí no me queda muy bien
el azul piel y las lycras pegadas como a Zoé Saldaña.
Esas series me hacen recordar unas películas de
hecatombes en mis años más mozos: Terremoto,
Incendio Fatal, Aeropuerto, El Planeta de los Simios, Armagedón y otras
que ni me acuerdo del título sino de espantosas imágenes. Había una con conejos
gigantes que no comían zanahorias, se comían a la gente. Yo
que inocentemente creía que los lagomorfos
eran herbívoros. La gente asistía a verlas atraídos casi morbosamente para apreciar cómo nos íbamos a morir atrapados en un ascensor sin salida o
achicharrados entre llamas, no del
purgatorio precisamente más bien tipo quinta paila del infierno. Nunca hubo explicación sobre el metabolismo de los famosos conejos.
Volviendo al tema Maya, el temor por ese futuro impredecible no
es solamente de mi amiga. He escuchado a otras personas con el mismo argumento en
diferentes países y en distintos idiomas. Lo de mi conocida y otras personas obsesionadas con esta cuestión
ya pasó de lo doméstico al plano universal, el de sustentabilidad del planeta, va más allá de simples referencias parroquiales para generar conversaciones y pasar
el tiempo.
Lo malo de estos temores mayas es que generan tal ansiedad
que desbordan a la persona quien los
padece, contagiando a niños, hipertensos, diabéticos, apaches, mapuches o a cualquiera que se atraviese
por el medio. He escuchado a criaturas
decir que no se van a casar o tener familia por qué no van a llegar a ser
adultos… ¡susto!!
Según los estudiosos sobre este tema antropológico, el ciclo largo del calendario Maya es 5.125 días y termina el 21 de Diciembre del año 2012. Es decir en un mes. Precisamente el día antes
de mi cumpleaños. ¡No es justo!!! ¿Porqué no buscar otra fecha para aguarle la
fiesta a otro cumpleañero? ¿Qué van a hacer las profecías mayas con el pobre
Capricornio que se estrena ese día? ¿Qué va a pasar con el intercambio de
regalos decembrinos, el amigo secreto, mi ropa de estreno para ese glorioso
día, las gaitas y los desayunos pascuales?
Pero no
entremos en pánico. El video de las profecías lo que dice es que se acaba un
ciclo maya, el corto, no que se acaba el mundo (¿se había usted percatado?). Cada 31 de Diciembre luego de las 12 de la
noche no se evapora el planeta, simplemente se cierra un ciclo. Tanto es así
que hasta propósitos de año nuevo hacemos de manera de comenzar llenos de
esperanzas. Así es que mejor dejen de
estar pensando en cataclismos no vaya a ser que por Ley de Atracción de verdad
generemos una calamidad la cual no vamos a poder arreglar fácilmente. En su lugar vamos a preparar agasajos para inicios,
no para finales de mundo.
¿Flores para la sensación de
debacle?
Aspen para el miedo ansioso que no tiene explicación, ese que no podemos
nombrar, que va asociado con los presentimientos y pálpitos. Nos ayudará para que estemos tranquilos y sosegados.
Red Chestnut para los temores por el bienestar
de las personas que amamos. Miedo a que nos caiga un meteorito encima y
dejemos a la familia sin mamá, nos ayudará a ocuparnos en lugar de preocuparnos.
Rock Rose para el temor paralizante que hace que no reaccionemos, que nos quedemos
pegados al suelo y ni siquiera podamos emitir sonido aunque intentemos. Nos dará valentía serena para poder accionar.
El
esposo de mi amiga, la de Discovery Channel, por su parte está feliz con la noticia del fin de
mundo maya. Me dijo que por fin se librará
de pagar la hipoteca de la casa y de las deudas pendientes con la tarjeta de
crédito, además no tendrá que aguantar más a su jefe. Ella por su parte está fajadísima construyendo un bunker. ¿Será que va a
prepararme una fiesta de cumpleaños temática?