Si tan solo
Ayer estaba con mi hija en su carro y comenzó a sonar en la
radio una canción de uno de mis cantantes favoritos, Dave Mathews. Casi todas sus canciones me gustan pero ésta
en particular (If Only, en español Si tan solo) me hizo pensar sobre cómo nos
gusta intervenir en la línea del tiempo.
La forma verbal que se utiliza para poner en blanco y negro esta representación
del discurso se llama condicional. Con
ella podemos contrastar una situación no real o hipotética en forma de dos
clausulas que pueden ser de presente-futuro o de pasado. Pero para no ponerme espesa con el subjuntivo
imperfecto me voy a mover rápidamente al plano de las emociones.
Me explico sobre eso de meterse y cambiar el rumbo del
tiempo o los resultados esperados. ¿Cuántos
de ustedes han pensado lo que podrían hacer si tuviesen una máquina del
tiempo y volver a algún momento específico de sus vidas? “Si yo pudiese retroceder 10 años, no hubiera….” “Si mi mamá viviera,
yo…..” “Si no me hubiese divorciado, yo hoy…”
“Si la tuviese a mi lado ahora, yo….” “Si no hubiese conocido a ese
bicho, yo…” “Si hubiese hecho caso a mi padre, yo…” En otros momentos no es con el pasado sino
con el futuro “Si fuese millonario, yo……” “Si tan solo tuviese 5 kilos menos, yo….” “Si él
estuviese conmigo, seguro yo……” “Si me casara, yo….” “Si consiguiera ese
trabajo, yo…” Coloque usted lo que guste en esos puntos suspensivos. Esos deseos sobre situaciones que
consideramos fallidas (pasado) o aspiracionales (futuro) es lo que yo llamo la
intervención del tiempo, las ganas que tenemos de transformarlo en algo que no
fue o que quisiéramos que fuese….para realmente ser felices (¡ujum!!!)
No es malo reflexionar sobre posibles escenarios del pasado,
tampoco es dañino soñar o aspirar. Al contrario, deberíamos tener porciones
de ambos para crecer en la vida. Le escuchaba a un jefe que tuve en mis tiempos
corporativos que para ser exitoso en el futuro había que comprender lo ocurrido en
el pasado, las lecciones que nos dejó. Lo
que no es favorable es quedarnos pegados “machacándolo” (léase: reflexionando
en exceso sobre el hecho) o fantasear excesivamente con el mañana pues salimos del presente y de las
circunstancias actuales perdiendo foco
en las posibilidades del aquí y del ahora.
Yo pregunto: ¿Buena vida = vida feliz? Cuando me refiero a buena puede ser buena
literalmente, medianamente buena, buenísima o excelente. Piénselo. No todos los momentos pueden ser de alegría
plena. Eso sería una versión de Alicia en el país de las maravillas. Hay algunas situaciones que no dependen de
usted, otras circunstancias dependerán
de usted totalmente. Todos los humanos estamos “hechos” para experimentar una
gama de emociones. El mismo Dr. Bach aisló 39 emociones fundamentales que
pueden ser combinadas entre ellas como paleta de pintor y obtener así más de
200 millones de combinaciones posibles. Nadie se parece emocionalmente a nadie, ni por
ser familia. El tener no tan buenos momentos,
o si usted quiere llamarlos malos, lo hace un ser viviente, ni peor ni mejor
que otro. ¿Conoce usted a alguien que este en éxtasis de felicidad permanente? Ni el Dalai Lama, con
todo respeto. Él tiene sus problemas con
China. Si tan solo es nada más un deseo.
La realidad depende de usted y de lo que haga con ella para
transformarla en algo mejor.
¿Flores para
ubicarnos en el aquí y el ahora?
Clematis si
fantaseamos con el futuro y nos falta una dosis de realidad, nos ayudará a
darle estructura a los sueños.
Honeysuckle si
estamos ancladísimos en el pasado, nos ayudará a reflexionar y avanzar sin
nostalgia.
Chestnut Bud si
repetimos las situaciones de vida una y
otra vez, nos ayudará a establecer patrones de atención.
No es lo mismo que usted tenga un mal día y lo vea como
parte de su propia experiencia a que usted se martirice por secula seculorum por que la vida lo
trata como una roca golpeada repetidamente por las olas. Cuando realmente estamos en equilibrio, las
emociones “no favorables” se nivelan, no se quedan marcadas como los herrajes
que usan para identificar al ganado. Hay
que disfrutar de nuestra humanidad; experimentemos los días buenos, los mejores,
los no tan buenos y aprendamos de ellos. La clave está en ser positivo con dosis de
realismo, no en querer estar feliz todo el tiempo. Si tan solo…. no existe, tampoco el hubiera ni los borradores mágicos…Aunque
me fascine Dave Mathews y su If Only.
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