Cómo perder peso...emocional
El sobrepeso no solamente tiene que ver con el índice de masa
corporal y con las medidas en abdomen, cintura y extremidades, no señor. Mucha gente tiene sobrepeso mental y
emocional. A veces ganamos ese “peso” por las expectativas que nos
imponemos, por hábitos, por creencias, por recuerdos, por magnificar situaciones, por no perdonarnos, por vivir con heridas que arrastramos, por las circunstancias en las que estamos
inmersos, por las situaciones en las cuales vivimos.
La carga es tal que parece que lleváramos una mochila de ladrillos
con nosotros todo el tiempo. Ladrillos
del pasado, del presente y del futuro, que hacen dificultosa la navegación en el
aquí y en el ahora. Muchas veces nos acostumbramos a esa gordura invisible y
pensamos que es normal sentirse así. Vamos casi doblados a todas partes: trabajo, reuniones,
cine, médico, gimnasio y cama.
Hay maneras de bajarle el peso al saco mental y
sentirnos más livianos. Voy a comentar
con ustedes algunos pasos para sentirnos en mejor forma.
- Primero, abra su bolso y revise sus ladrillos. Cada uno de nosotros los tiene de diferentes formas, medidas y gramajes. Algunos vienen en forma de juicios, recuerdos dolorosos, costumbres dañinas, emociones reprimidas, preocupaciones. Clasifíquelos en diferentes grupos, haga montoncitos y póngales nombres. Solo con saber qué está cargando bajará el peso y sentirá alivio.
- Segundo, líbrese de los ladrillos que pueda en este momento y deje otros para más tarde. Suelte el de “tengo que ser perfecta”, el de “si no lo hago yo nadie lo hará”, el de “la culpa de mi vida es de mis padres”, el de “mi infancia fue terrible”, el de “no me lo merezco”, el de “mi vida es un asco”, el de “pobre de mí”. Puede dejar para más tarde el de “necesito dar más calidad que cantidad de tiempo a mis hijos/ familia”, “necesito tener más tiempo para mí”, el de “quiero un futuro mejor”. Esos los podrá soltar cuando esté preparado.
- Tercero, recuerde que esos ladrillos son de aire e ideas, no de cemento ni arcilla. No son reales, son imaginarios. Pueden ser pesados pero son producto de sus percepciones. Cuando sus pensamientos cambien de volumen y dimensión ellos también se transformarán, es una relación directamente proporcional. Cuando vemos las cosas con otra perspectiva, los bloques pasan de ser pesados a livianos, y perdemos casi mágicamente peso en la cabeza.
¿Flores para los
legos mentales?
White Chestnut si tiene un disco rayado en la cabeza con
pensamientos que circulan sin parar. Le
ayudará a acallar su mente.
Sweet Chestnut si
tiene angustia mental extrema que lo lleva casi a la desesperación. Le dará tranquilidad y capacidad para
resolver.
Pine si siente
culpa y la arrastra como un escaparate artesanal amarrado al tobillo. Le ayudará a asumir objetivamente su
responsabilidad.
Willow si le
acompaña la amargura y se auto-compadece por lo que le ha tocado en la vida. Le ayudará a pasar la página sin dolor.
Los ladrillos no son peligrosos en cuanto y tanto estemos
claros que son inmateriales. Cuando sienta mucho peso en la cabeza comience a revisarlos,
se dará cuenta que son de goma espuma y aire. Usted les da el peso que quiere.
BUENISIMO MARIELENA, !!!!
ResponderBorrarGracias querida, un abrazo, MN
ResponderBorrarMuy bueno. y realmente el peso disminuye. gracias por compartirlo.
ResponderBorrarDamelys
Genial este enfoque! la dieta mental es la verdadera: cero pensamientos saturados ni calorías de culpas y mucho menos carbohidratos de frustración!! gracias por compartir..
ResponderBorrarAMIGA ERS UNA ALMA DE DIOS,,,
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