Respuestas ante el estrés
Un día ya estaba lista para dictar un nivel 1
del BIEP (Bach International Education Program) en la ciudad de Caracas. Había dejado listo todo: mi equipo
audiovisual, el salón, los materiales para los alumnos, los refrigerios de la
mañana y tarde. Al día siguiente llegué justo unos cinco minutos antes de
comenzar pues había tráfico en la autopista, luego cuando me iba a estacionar
alguien había tomado mi puesto. Entré
apresurada a colocar mis cosas sobre el escritorio y cuando encendí el
proyector…. No funcionaba el aparato y, por ende, no había proyección. En esos segundos, que me parecieron horas,
pensaba en todo lo que estaba frente a mí. Habían venido personas de diferentes
partes del país, quienes habían pagado para asistir e iban a tener una malísima
impresión de la organización del evento.
Mientras eso pasaba por mi cabeza, mi cuerpo estaba absolutamente
paralizado, solo veía rostros sonreídos ansiosos por comenzar, gente
conversando. Alguien había desconectado
accidentalmente el botón de los equipos.
Lo que se me ocurrió inmediatamente fue hacer
un plan de 5 segundos. Iba a revisar las
conexiones, y si no servían iba a utilizar mis décadas de experiencia dando
clases y hablando en público sin ayuda de un Power Point. Para eso había rotafolios, marcadores y mucho
ánimo de mi parte. Este plan es producto de mi experiencia y edad supongo. Así como esta situación tengo miles que
contar: asaltos, caídas, perdida de la tarjeta de crédito, muerte de personas
muy cercanas, enfermedades difíciles, despidos laborales, situación política de
mi país, mudanza a otro otros lares, búsqueda de trabajo.
Cada persona responde de una manera diferente
a las situaciones estresantes. He
aprendido que no es lo que nos estresa sino cómo respondemos lo que enferma o
afecta nuestra salud.
Hay tres tipos de personalidades en el tema
del estrés: los ventiladores, los bomberos y las calmados. Los ventiladores hacen eso, ventilan lo que
les pasa. Son comunicadores y comparten sus batallas y desazones con otras
personas, no sufren en silencio. Sin embargo, se quedan allí, comunicando su
estrés. Los bomberos toman acción
inmediatamente y apagan fuegos constantemente.
Eso suena bien, pero este en este tipo de respuesta no se mide
situaciones de alto y bajo estrés, solo se apagan los fuegos…. lo que termina
dejando exhausto al bombero. Los calmados bajo presión son aquellas personas
quienes le permiten a sus cerebros crear un plan de acción y no se dejan
secuestrar por las emociones descontroladas. Todos queremos llegar a tener la
última personalidad. Afortunadamente se
puede moldear nuestro cerebro para generar ese tipo de respuesta. Si entendemos la forma cómo respondemos ante situaciones
y problemas podremos cambiar nuestras conductas y evitar el costo emocional.
¿Flores
para las respuestas estresadas y estresantes?
Heather
si necesitamos comentarle a todos lo estresados que
estamos con las situaciones que vivimos, pero no hacemos nada por cambiarlas. Nos ayudará a escuchar a los otros en
lugar de hablar sin parar sobre ellas.
Impatiens
si actuamos impulsivamente sin medir la importancia de
los temas que queremos/tenemos que resolver. Nos dará la posibilidad de medir
nuestros tiempos de respuesta de acuerdo a las necesidades específicas de cada
tema y no perder energía.
Rescue si estamos al borde del abismo emocional y no sabemos cómo actuar. Nos ayudará a manejar los altibajos de la
vida.
Leí en alguna parte que era importante re-escribir
nuestra respuesta ante el estrés.
Recomendaban recordar cinco eventos estresantes y cómo habíamos salido
victoriosos de los mismos. Cada vez que nos encontremos en situaciones intensas
revisemos lo escrito y veamos cómo hemos podido salir adelante. Sé que suena a lo mejor iluso, pero eso es lo
que le da fuerza a la esperanza.
Probablemente mi historia del comienzo de mi
curso no se puede comparar con los que se está viviendo en Venezuela, o con lo
recientemente sucedido en Mocoa - Colombia, ni con los sucesos de Ecuador,
Ucrania y Siria, tampoco con los ataques terroristas recientes. Lo entiendo perfectamente. Mi analogía tiene que ver más con la
importancia de nuestras respuestas para estar emocionalmente saludables. Yo
creo sin duda alguna que la esperanza es lo último que se pierde, nos hacemos
fuertes y seguros en ella.
Imagen con Copyright de iStock
© 2017 Marielena Núñez
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